La moto era un autentico "pepino" que era como solíamos definir a aquellas impresionantes maquinas y con ella comprobé lo que es la velocidad sobre dos ruedas, confirme aquello que me contaban algunos "quemados" de que las lineas de los margenes de la carretera se cierran y solo ves una raya delante de tu moto, momento en que tu mismo decides cortar gas, mas por sensatez que por miedo y te dedica a comprobar tranquilamente como su propulsor aprieta mas que de sobra a la salida de las curvas y sus aceleraciones dejaba a mas de un "racing" con dos palmos de narices.
Aunque no era muy rutera hice largos viajes con ella. Al principio resultaba algo incomoda pero con el paso de los kilómetros le fui cogiendo el tranquillo. Primero iba con una bolsa amarrada al colín y finalmente le acople una buena bolsa de deposito con la que me apañaba muy bien.
Ese invierno me fui con la Kawa a la concentración de "Los Pinguinos" en Valladolid, hacia un frió del carajo así que utilice el viejo método de meterme papeles de periódicos debajo del mono......no falla. Era la segunda semana de Enero de 1987.
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