Fue como una aparición. Un buen día de Febrero de 1985
fui al taller de Bultaco de D. Tomas Ortiz para que me repasaran
mi Alpina 350..... y allí estaba en el escaparate, imponente,
elegante, reluciente.....de nuevo me topaba con otra "Italiana" y
como me paso con la Guzzi aquello fue otro flechazo.....mire a mi vieja Bultaco
y le dije:....."lo siento pero hasta aquí llegaste". Después vino el trato con D. Tomas; precio..... que si me coges la
Alpina a cuenta.....que cuanto me descuentas.....que que me regalas.....que cuanto me tarda.....que como te lo pago.....y a partir de ahí: señal en metálico, tiempo
de matriculación, seguro, regalo de un casco, firmar unas cuantas
letras, triste despedida de mi Bultaco y toda mía.
1985. Embalse del Celemin Parque Natural de los Alcornocales |
A partir de ese día la "Ala Rossa" se convirtió en mi compañera de viaje, me olvide del coche y me tire a las carreteras de tercer orden y carriles mas o menos accesibles. Su motor de 350 cc de cuatro tiempos era todo suavidad y suficiente, daba gusto conducirla, entraba y salia de las curvas de forma precisa y sus frenos eran capaces.
Con ella recorrí prácticamente toda Andalucía y aunque la tuve poco tiempo en mi poder fue quizás la motocicleta mas bonita y divertida que he tenido, pero también de las que menos tiempo ha estado en mis manos pues nuestra relación acabo ese mismo año y la causa de nuestra separación comenzó a fraguarse durante la concentración de motos de Fuengirola en Julio de 1985. La Cagiva llamaba la atención de los asistentes y fue allí donde conocí a Manuel, con el que trabe buena amistad. Manolo procedía de Pilas (Sevilla) a lomos de una BMW K-100 RS Aniversario y en el transcurso de una ruta que hicimos intercambiamos las maquinas.....y ahí llego mi perdición.....me dije; esto si que es una moto.....cuando volví a montarme en mi Cagiva literalmente se me había quedado pequeña en todos los aspectos. Le faltaba potencia, el camino de regreso a Sevilla se me hizo mas pesado de lo normal y tenia una sensación rara y contradictoria.....me gustaba conducir mi Cagiva pero la "otra" era otro mundo.
1985. Los Reales de Sierra Bermeja. Estepona |