Fue a principios de los años 80 cuando conocí este singular y modesto bar que estaba en la calle Inválidos de Tarifa, muy muy cerca de donde Guzmán el Bueno perdió el cuchillo y que era regentado por D. Antonio Sandoval que era un hombre de cara y manos curtidas, pequeño de envergadura y muy grande en eso de ser buena gente. Era tarifeño, tabernero de profesión y con gran devoción por los mares. Puso a su bar el nombre de el Cateto y en un ambiente colmado de aromas moyatosos y humo de cigarrillos D. Antonio recibía y atendía a su fiel y distinguida parroquia, clientela de amplios saberes y con el ingenio característico de las gentes de esta tierra de toros y vientos al borde del mar que junto a una copa de buen vino de Chiclana de la bodega Sanatorio era la mejor compañía en esos impagables momentos.
De sus leves fogones, unas tagarninas "esparragas" cogidas muy cerquita, un cazón con el tomate en su justo punto y unas papas con choco cuya receta almacene en mi memoria un buen día durante una magistral clase de cocina impartida por el Cateto y que durante años me ha proporcionado un rotundo éxito sin fallo alguno a la hora de guisar a este cefalópodo. Por supuesto, todo siempre acompañado de buen pan macho molturado en el ultimo de los decimononicos molinos maquileros de Puertollano en el parque natural de los Alcornocales (Facinas).
De sus leves fogones, unas tagarninas "esparragas" cogidas muy cerquita, un cazón con el tomate en su justo punto y unas papas con choco cuya receta almacene en mi memoria un buen día durante una magistral clase de cocina impartida por el Cateto y que durante años me ha proporcionado un rotundo éxito sin fallo alguno a la hora de guisar a este cefalópodo. Por supuesto, todo siempre acompañado de buen pan macho molturado en el ultimo de los decimononicos molinos maquileros de Puertollano en el parque natural de los Alcornocales (Facinas).
D. Antonio a los mandos del tirador de cerveza y no es que sea tan pequeño, es que el de al lado esta subido a un taburete.
31 de Diciembre de 1989 |
El Cateto estaba situado en un lugar estratégico de Tarifa, justo frente a la discoteca "Pepepotamos" por lo que toda la movida tarde o temprano pasaba por allí, así que poco a poco la esencia tabernaria se fue perdiendo y los parroquianos fueron mutando a unas nuevas especies que buscaban sitios con mucha gente, música "hight fidelity" y cubatas a buen precio. Creo que a mediados de los 90 "El Cateto" paso a ser definitivamente un exitoso bar de copas para surferos, "giris" mas o menos extravagantes y algún que otro veraneante de los que se dejan caer por Tarifa en busca de viento, sol y de todo lo bueno que te ofrece esta maravillosa y legendaria ciudad a la que tengo un gran cariño.
! Donde estés; gracias Cateto por la receta de las papas con choco ¡