Recibo una llamada telefónica de mi buen amigo Alvaro, propietario por aquel entonces de la Taberna Nuevo Sport:
"Compadre este medio día te vienes a comer que te invito.....que voy a hacer un plato de esos que a ti te gustan".
Y allá que voy yo todo contento, después del trabajo, con cuerpo ya de viernes por las calles de un barrio de los Remedios casi desierto porque hace una "jarta de calo". Ese día de Agosto era de esos días en los que se te pegan en los zapatos todos los chicles del suelo y si has tenido la osadía de aparcar tu coche al sol, este se pone como los palos de un churrero, con los asientos echando fuego, con el aire acondicionado recalentado........y de tocar el volante ni hablamos.
Y allá que voy yo todo contento, después del trabajo, con cuerpo ya de viernes por las calles de un barrio de los Remedios casi desierto porque hace una "jarta de calo". Ese día de Agosto era de esos días en los que se te pegan en los zapatos todos los chicles del suelo y si has tenido la osadía de aparcar tu coche al sol, este se pone como los palos de un churrero, con los asientos echando fuego, con el aire acondicionado recalentado........y de tocar el volante ni hablamos.
Ya en la Taberna, lo primero y a pie de barra: cerveceo en buena compañía y agradable charla, eso si con unas gambas cocidas, un poquito de jamón y otro poquito de queso. Todo a "poquitos" con el fin de mantener la gusa suficiente para el momento de la comida. Hasta ahí todo bien.
Una vez sentados a mesa y mantel, Alvaro nos planta directamente y sin anestesia un pedazo de olla de papas con chorizo calentitas y que picaban mas que un pollo en un sembrao, por no decir en otra cosa. Al poco de estar comiendo, la transpiración hizo acto de presencia en todos los comensales a pesar de la buena instalación de aire acondicionado de que la Taberna disponía. Los chorreones de sudor nos caían por la frente a la vez que nuestras caras enrojecían al mas puro estilo moyatoso. Todos nos mirábamos muy callados, bebiendo cerveza, agua, tinto de verano y cualquier fluido que que nos sirviese para aplacar las iras del guisado.
A esto que llamo la atención del anfitrión:
Una vez sentados a mesa y mantel, Alvaro nos planta directamente y sin anestesia un pedazo de olla de papas con chorizo calentitas y que picaban mas que un pollo en un sembrao, por no decir en otra cosa. Al poco de estar comiendo, la transpiración hizo acto de presencia en todos los comensales a pesar de la buena instalación de aire acondicionado de que la Taberna disponía. Los chorreones de sudor nos caían por la frente a la vez que nuestras caras enrojecían al mas puro estilo moyatoso. Todos nos mirábamos muy callados, bebiendo cerveza, agua, tinto de verano y cualquier fluido que que nos sirviese para aplacar las iras del guisado.
A esto que llamo la atención del anfitrión:
-!! Alvarooo..... hijo ¡¡: .....¿como se llama este guiso tan de veranito?....
-Alvaro: Patatas a la Riojana.....
-Yo: Serán papas con chorizo.....que eres muy fino tu.
-Alvaro: Que no son papas..... que son patatas.....
-Yo: Bueno vale y ¿que les has echado?.
-Alvaro: Haces un buen refrito de ajo, cebolla, pimientos y un tomatito sin piel. Añádeles las patatas cortadas a cascos como para guiso con un vaso de vino blanco, un par de hojas de laurel, pimienta en grano y un chorizo picante cortado a tacos, pero eso si el chorizo que sea de buena calidad.
Cubrelo de agua y añadele una cucharada de pimentón dulce...... (menos mal). Pon todo a fuego lento, comprueba la sal y añade unos pimientos morrones cortados a tiras.
Cuando las patatas estén blandas, machaca algunas para que la salsa espese.
Y ya esta.-
-Yo: Tomo nota, pero Alvaro, por tus muelas.....la próxima vez que hagas papas a la Riojana me invitas en Diciembre.....
-Alvaro: Patatas a la Riojana.....
-Yo: Serán papas con chorizo.....que eres muy fino tu.
-Alvaro: Que no son papas..... que son patatas.....
-Yo: Bueno vale y ¿que les has echado?.
-Alvaro: Haces un buen refrito de ajo, cebolla, pimientos y un tomatito sin piel. Añádeles las patatas cortadas a cascos como para guiso con un vaso de vino blanco, un par de hojas de laurel, pimienta en grano y un chorizo picante cortado a tacos, pero eso si el chorizo que sea de buena calidad.
Cubrelo de agua y añadele una cucharada de pimentón dulce...... (menos mal). Pon todo a fuego lento, comprueba la sal y añade unos pimientos morrones cortados a tiras.
Cuando las patatas estén blandas, machaca algunas para que la salsa espese.
Y ya esta.-
-Yo: Tomo nota, pero Alvaro, por tus muelas.....la próxima vez que hagas papas a la Riojana me invitas en Diciembre.....
Y así continuamos cucharada va y cucharada viene hasta que acabamos la olla entera entre algún que otro resoplido y con mas de uno deseando que llegaran ya el melón o la sandia fresquita.
"Si quieres sudar a hilo
y llorar tus desdichas y penas,
un día de estos te papearas de cena
de esta rica receta cuarto de kilo".
y llorar tus desdichas y penas,
un día de estos te papearas de cena
de esta rica receta cuarto de kilo".