Majar en un mortero 4 dientes de ajo, una cucharada grande de pimenton dulce, una chcharada de oregano y un puñadito de sal.Limpiar dos kilos de albures, cortarlos a presas e irlos colocando en una tartera. Añadir el producto del majado, se mezcla todo bien y se cubre con vinagre (si es muy fuerte, rebajarlo con un poco de agua). Dejar los albures en el adobo un par de horas. En el momento de freir las presas, escurrirlas bien con un paño, enharinar y freir en abundante y caliente aceite de oliva.
Como dijo alguien: "Barbos para adobar no quedan ni en las canciones de El Pali",
Seguro que a estas horas, en alguna tasca de la calle Castilla de Triana ya han colocado una pizarra en la puerta, donde han escrito con una tiza : ¡¡ ay albures en adobo!!.
Hace ya la friolera de 45 años yo era judoka y un buen día por mediación de nuestro profesor Antonio Bendala vinieron unos japoneses a darnos unas clases para mejorar nuestras técnicas. Cuando acababan las clases nuestro maestro como sabia que a los japoneses les gustaba el pescao de todos los colores nos llevaba en un microbus a Coria del Rio a comer albures en adobo en algún chozo de los que había por la ribera y los notas se ponían tibios. Había que verlos comiendo presas de albures con las manos, con toda la cara llena de pringue y sin papa de castellano. Recuerdo que los albures los servían en unos lebrillos medianitos de esos esmaltados amarillos con manchas verdes que llamaron mucho la atención de los "Japos" hasta tal punto que hubo sus mas y sus menos cuando alguno se quiso llevar uno como si fuera el cenicero de un hotel. En una de esas cenas se enteraron de que en Coria del Río existió una colonia de Japoneses hace siglos que se instalaron en la ribera del Guadalquivir en el año 1614 cuando una expedición dirigida por el samurai Hasekura Tsunenaga llegó a Coria y que hoy en día el apellido Japón es autóctono de Coria, de hecho yo conozco a uno que se apellida Japón que tiene toda la cara de un "chino" y ademas del pescao frito le gusta tela el atún crudo......osea que algo de genética hay.-
Un abrazo.-
http://gastrobaris.com/dia-del-albur-coria-del-rio-sevilla
Como dijo alguien: "Barbos para adobar no quedan ni en las canciones de El Pali",
Seguro que a estas horas, en alguna tasca de la calle Castilla de Triana ya han colocado una pizarra en la puerta, donde han escrito con una tiza : ¡¡ ay albures en adobo!!.
Hace ya la friolera de 45 años yo era judoka y un buen día por mediación de nuestro profesor Antonio Bendala vinieron unos japoneses a darnos unas clases para mejorar nuestras técnicas. Cuando acababan las clases nuestro maestro como sabia que a los japoneses les gustaba el pescao de todos los colores nos llevaba en un microbus a Coria del Rio a comer albures en adobo en algún chozo de los que había por la ribera y los notas se ponían tibios. Había que verlos comiendo presas de albures con las manos, con toda la cara llena de pringue y sin papa de castellano. Recuerdo que los albures los servían en unos lebrillos medianitos de esos esmaltados amarillos con manchas verdes que llamaron mucho la atención de los "Japos" hasta tal punto que hubo sus mas y sus menos cuando alguno se quiso llevar uno como si fuera el cenicero de un hotel. En una de esas cenas se enteraron de que en Coria del Río existió una colonia de Japoneses hace siglos que se instalaron en la ribera del Guadalquivir en el año 1614 cuando una expedición dirigida por el samurai Hasekura Tsunenaga llegó a Coria y que hoy en día el apellido Japón es autóctono de Coria, de hecho yo conozco a uno que se apellida Japón que tiene toda la cara de un "chino" y ademas del pescao frito le gusta tela el atún crudo......osea que algo de genética hay.-
Un abrazo.-